domingo, 16 de enero de 2011

Trilogía experimental de una despedida [II]



Segundo acto: Las súplicas.

Mierda.
No sabrás hoy ni mañana
-y puede que nunca-
las horas muertas que paso
intentando revivir las horas
contigo.

Que soy lo que quieras que sea,
no me importa. Seré lo que
nunca tengas si así
quieres vivir.
Pero déjame un lugar,
un espacio/tiempo, diminuto,
para compartir.
Algo a que aferrarme.

Me miras y frunces el ceño,
con voz de falsa arrepentida comentas que
no controlas tus deseos.
Yo tampoco, y aquí estoy.
Luego me abrazas. Fuerte.

Gracias.
Gracias por ese espacio/tiempo
-diminuto-. Luego me doy cuenta
de que quiero más, y te lo pido.
No me lo das, pero me guiñas el ojo.
Gracias.

1 comentario:

  1. Buenas, he visto este blog mediante un enlace de tuenti a mi también me encanta escribir sobre todo relatos breves,poemas y estoy ahora mismo escribiendo un libro.Lo que he leído me ha parecido bueno ,realmente bueno aquí tienes un seguidor . Saludos y enhorabuena

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